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It was only a kisss...
And it's all in my head, but...
Destiny is calling me, 'cuz i'm Mr. Brightside...
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Y me preguntó porque era tan distante, yo solo sonreí y le hice el amor. A la mañana siguiente ya no estaba, solo su aroma quedo en mi cama, y al salir del cuarto para ir al baño la luz del sol me devolvió a la realidad. Me había abandonado de nuevo, y yo sabía que no volvería a verlo...
- 24 horas antes:
Sentado en el bar frente a la universidad, haciendo tiempo y esperando a unas amigas, recibo un mensaje en el celular de un número que no tenía registrado, el cual decía:
"Hola Rico, ¿seguís teniendo el mismo número?, espero que si, porque tengo ganas de hablar con vos...te extraño, soy M...".
Creo que mi corazón dejó de latir por unos segundos, no podía creer que quisiera volver a mi vida después de como terminaron las cosas. Una mano se posó sobre mi hombro y salté de la silla con entusiasmo pensando que podría ser...pero no era, era mi escandalosa amiga Sese lamentándose por llegar tarde, de nuevo. Sin poder siquiera decir algo empezó a descargarse, diciendo que su marido le había dicho que iba a traerla hasta la universidad, pero que a último momento tuvo que irse a otro lado y no podría hacerlo. Así que tuvo que salir corriendo hasta la parada de colectivos a tomar el próximo, el cual tarda como mínimo 40 minutos en llegar al centro de la ciudad, ya que ella vive un poco en las afueras. En tono burlesco dijo que no podía esperar a volver a casa para regañarlo, yo sonreí y le dije que tenía suerte de tener a su lado a alguien por el quien volver a casa. Ella solo me abrazo, y dijo que estaría siempre a mi lado, no hacía falta decir nada más. En ese momento otra amiga se nos acercó a los gritos, y señalando el reloj de la pared del bar, el cual marcaba las 15:10, nos avisa que teníamos que entrar a clases, y estábamos diez minutos tarde, nos saludamos apresurados y entramos a la universidad, ella era Nuria, una de las pocas amigas que me quedaron del secundario.
Las horas pasaron, y al salir de una clase para entrar a la siguiente me encuentro con otra amiga, Gina, quien me avisa que en la noche se juntaría a tomar algo con las chicas del grupo, y que me haría bien salir a tomar algo, aunque sea solo por unas horas. A mi no se me pudo ocurrir mejor forma de terminar la semana, claro después de la que pasamos con mi familia. Nos despedimos y entro al aula donde Sese y Nuria me esperaban sentadas junto a Regina, una amiga un poco más callada y tímida que las demás. Eran las 21:15 y el profesor seguía con su clase, a quien le apasionaba hablar sobre escritores ingleses, y en mi opinión creo que está secretamente enamorado de Shakespeare. Una compañera de las que se sientan adelante no pudo esperar más y le preguntó al profesor si seguiría mucho más con la clase, ya que hoy a partir de las 21:00 los colectivos pasarían cada una hora, en función de pedir más seguridad para los conductores. A lo que el profesor concluyó con su clase rápidamente, y todos los alumnos se levantaron de la misma forma y salieron del aula. En los pasillos de la universidad, mientras salíamos de la última clase, nos encontramos con Santiago, otro amigo del secundario, con el cual caminamos hasta salir del campus universitario, donde no pude dejar de invitarlo a tomar algo mas tarde con mis amigas. Me despedí de todos y cada uno se dirigió hacia su casa, solo que yo no iría directo a la mía, primero tenía que pasar por la casa de ellos para ver como estaban. Pero no me prometí entrar a saludarlos, ya que no encuentro las fuerzas para hacerlo desde el accidente.
Al llegar a su casa el mundo comenzó a moverse lentamente, y todo empezó a tornarse en blanco y negro. Ruidos de llantas frenando en el cemento, gritos, llantos y silencio…todo volvía a ser real, es demasiado, y cuando volteo para irme choco con Martín, quien me agarra fuerte de los brazos y me pregunta si estoy bien. Yo no puedo responder y solo comienzo a llorar, el me abraza, lo siento como si fuera el hermano mayor que no tuve, y me acerca al borde de la vereda. Nos sentamos y empezamos a hablar, el había estado yendo y viniendo desde su casa y la de ellos antes del accidente, ya que estaba saliendo con Ailen, pero a partir del accidente se había estado quedando a pasar las noches con ellos. El me pregunto si estaba llevándolo bien, yo mentí y dije que estaba excelente, fingí haber superado todo lo de esa noche, pero él sabía que era mentira. Le pregunte como estaban, y me respondió que mejor de lo que podrían estar. Nos despedimos, pero no sin antes hacerme prometerle que iríamos a comer algo pronto todos juntos, como antes.
Al llegar a casa me encuentro con todas las luces apagadas, y recuerdo que es viernes; mamá tiene la costumbre de ir a la Gruta Santa este día junto a sus amigas, y luego por supuesto a tomar algo en algún bar. Me acuesto un minuto en la cama para descansar, después de estar todo el día fuera de casa siento que es el único momento en el que puedo pensar, o por lo menos escuchar la voz en mi cabeza, escucharme a mi. Sin darme cuenta me quedo dormido, y entre sueños puedo escuchar una voz suave, serena, familiar llamándome, pero cuando la voz comienza a cobrar sentido despierto. Atontando todavía por el sueño miro la hora, y me doy cuenta que solo tengo media hora para prepararme, ya que Gina vendría a buscarme alrededor de las 23:00 para ir a tomar algo con las chicas. Al salir del baño escucho sonar el timbre, me dirijo hacia la puerta y al acercarme escucho a Alana, la hermana menor de Gina, decir que me apure ya que Gina todavía no se había maquillado. Al abrir la puerta no había notado que la toalla se engancho con la manija y cae al piso, dejándome desnudo con la puerta abierta. Gina bromea diciendo que era muy temprano como para estar viendo a alguien desnudo, y Alana añade que generalmente eso sucede después de las dos de la mañana, y Gina la interrumpe diciendo que la única persona que veía desnuda era ella misma porque estaba acostumbrada a bañarse cuando volvía de salir, se miran y se ríen, y yo avergonzado tratando de taparme con lo que encuentro mas cercano, un cuadro y un florero, las saludo y las invito a pasar. Les digo que me esperen, que solo tardaré un segundo en vestirme, ya que había elegido que ponerme antes de entrar al baño. Alana me dice que me tome mi tiempo, ya que Gina todavía tenia que maquillarse, y todos sabemos cuanto tarda en hacerlo. Antes de salir para el bar Gina me pide el celular para avisarles a las demás que estábamos en camino, pero se encuentra con un mensaje sin leer, el cual obviamente lee antes que yo…era él, preguntándome si el que lo ignore significaba que seguí con mi vida, o si solo cambié de número, que quería hablar conmigo, aunque sea una última vez. Ella me golpea en la cabeza y furiosa me pregunta si iba a contarle o no que él me había mandado un mensaje de texto, yo todavía sin entender la miro confundido y me muestra el celular con el último mensaje, en ese momento recordé que no había respondido al mensaje que me llego mientras estaba en la universidad. No sabia que hacer, que responder, después de todo lo que habíamos pasado, y el estado en el que me encontraba, no sabia si verlo seria la mejor opción, aunque antes de poder darme cuenta de lo que hacia ya estaba mandándole un mensaje de texto diciendo que estaría en el bar, y que si quería verme que se dirija hacia allí.
Hasta que las chicas no me prometieron que no hablaríamos del tema no iba a mover un solo músculo, ya que no quería llenarme de ilusiones y expectativas, porque no sabia que era lo que el buscaba o quería esta vez. Las chicas lo prometieron, y acordamos que si yo necesitaba ayuda les haría un gesto que todas entenderían, pero también acordamos que Gina no daría su número de celular a extraños, y Alana no tomaría ni tequila o martinis esta noche. Y así nos dirigimos hacia el bar…
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